Retrato
Mi infancia son sonoros caminos de rosas, poesía ideal, como "locus amoenus", que tuvo presente a invisibles mariposas, un pasado tan dulce y perfecto como Venus. Mi juventud son intensos caminos de montañas, vueltas y más vueltas reflexionando tu destino, la felicidad varía en un abrir y cerrar de pestañas, y al cabo, fortaleza para seguir el camino. Mi futuro es un oculto camino de acertijo, sabe nadie lo que el marrón río depara, afrontando la duda con blanco regocijo, luchando de forma liberal, de forma clara.